Olvídate de la gran idea

12 nov 2025

Olvídate de la gran idea: construye algo que funcione hoy

Durante años nos han repetido que el éxito llega con "la próxima gran idea".

Pero la realidad de 2025 demuestra lo contrario: los negocios que crecen más rápido no inventan algo nuevo.

Simplifican algo que ya funciona.

Mike Hill lo probó con su portafolio de apps SaaS (Curator, Frill, HelpDocs, entre otras) que juntas superan los 200.000 USD de ingresos mensuales.

Su estrategia no fue descubrir un océano azul, sino nadar mejor en el rojo.

El mito del "océano azul"

Se nos dice que hay que buscar espacios sin competencia.

Pero los océanos vacíos suelen estar vacíos por una razón: nadie compra ahí.

Mike propone lo contrario, entra en mercados saturados, donde ya hay dinero circulando.

Identifica una fricción pequeña y la resuelve más rápido que los demás, así reduce el riesgo al mínimo, porque ya sabe que el cliente existe y que paga.

Cómo crear una idea que no puede fallar

Su método tiene una lógica simple: no inventes demanda, mejora la oferta existente.

Estos son los pasos clave de su enfoque:

  • Elige una idea que ya existe y tiene clientes.

  • Construye un MVP sencillo centrado en una necesidad concreta.

  • Lanza rápido, aunque no sea perfecto.

  • Cobra desde el primer día. Nada gratis.

  • Usa ofertas de pago único (lifetime deals) para financiar el contenido inicial.

  • Promueve tu producto en comunidades reales: Reddit, grupos privados, foros.

  • Cierra acuerdos con plataformas como AppSumo para escalar visibilidad.

  • Pide reseñas honestas y mejora con feedback.

  • Cuando llegue la tracción, enfócate en ingresos recurrentes.

Cada paso está diseñado para generar validación temprana y caja positiva.

Nada de rondas, promesas o humo.

Por qué esta estrategia funciona

Cuando vendes en un mercado saturado, el trabajo difícil ya está hecho: el cliente ya entiende el problema y ya paga por resolverlo.

Tu ventaja no está en la idea, sino en la ejecución.

La velocidad, la claridad del mensaje y la simplicidad del producto se vuelven tus armas.

Los fundadores que sobreviven no son los más creativos, son los que escuchan al cliente y ajustan sin rendirse.

Qué pueden aprender los emprendedores que usan low-code

El low-code encaja perfecto con esta filosofía, permite lanzar rápido, validar hipótesis y cambiar en días, no meses.

Puedes construir una app funcional, mostrarla a tus primeros clientes y mejorarla en base a su feedback real.

En lugar de gastar en desarrollo sin rumbo, usas ese dinero para conseguir clientes desde el día uno.

Así se construye un negocio que no puede fallar: porque cada línea de tu producto está respaldada por alguien que ya pagó por ella.

No necesitas inventar la próxima revolución.

Necesitas resolver un problema real, en un mercado donde ya se mueve dinero.

Menos genialidad, más ejecución.